Ningún folleto acerca dela Navidad está completo sin alguna explicación acerca del “árbol de Navidad”. Hemos tocado el tema sin enfocarnos directamente en él. El moderno árbol de Navidad se originó en Alemania.Pero los germanos lo obtuvieron de los romanos, quienes lo obtuvieron de los babilonios y egipcios.
Lo siguiente demuestra lo que creen los babilonios acerca del origen del árbol de Navidad: “Una antigua fábula babilónica habla de un árbol de hoja perenne, el cual brotó de un tronco muerto. El viejo tronco simbolizaba a Nimrod muerto, el nuevo árbol de hoja perenne simbolizaba ¡que Nimrod había vuelto a la vida en Tamuz! Entre los druidas, el roble era sagrado, entre los egipcios era la palma, y en Roma era el abeto, ¡el cual era decorado con cerezas rojas durante la Saturnalia!” (Walsh, Curiosidades de costumbres populares, p. 242).
La obra Respuestas a Preguntas, de Frederick J. Haskin, afirma: “El árbol de Navidad es de Egipto, y su origen data de un período muy anterior a la Era Cristiana”.¿Sabía usted esto — que el árbol de Navidad precedió por mucho tiempo al cristianismo?
La mayoría de aspectos de la Navidad no son descritos en la Biblia. Por supuesto, la razón es porque no son de Dios — no forman parte de la forma en que Él quiere que la gente le adore. El árbol de Navidad, sin embargo, ¡es mencionado en la Biblia de manera directa! Vaya a Jeremías 10:2-5: “Así dijo el Eterno: No aprendáis el camino de las naciones… Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder”.
Esta descripción del árbol moderno de Navidad es clara. Dios se refiere a éste de manera directa como “el camino de los paganos”. De una manera igualmente directa, le ordena a Su pueblo que “no aprenda del camino de las naciones”, llamando “vanas” estas costumbres. El versículo 23 añade una declaración sobresaliente y poderosa: “Conozco, oh Eterno, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus [propios] pasos”. Dios debe enseñarles a las personas cómo vivir. El hombre simplemente no puede entender los caminos de Dios por sí mismo.
No hay lugar en Jeremías 10 para creer, como algunos han tratado de sugerir, que como estos árboles no tienen poder en sí mismos, en realidad no está prohibido tener un árbol de Navidad. ¡Dios condena el colocar árboles paganos (de Navidad) con este claro mandato bíblico!
Opiniones de nuestros clientes
Recibe nuestras novedades