“Que tengáis tanta prosperidad como para poder repartir arroz todos los días de vuestra vida, que os sobre para poder dar a los que no tienen”,reza un proverbio chino.
Por otra parte, se trata también de un deseo de fertilidad para los novios: “Que poseáis tanto arroz como para poder tener un gran número de hijos”. El arroz era y es un alimento fundamental en la dieta de los chinos, razón por la cual se trata de este alimento y no cualquier otro.
Esta tradición de arrojar alimento a los recién casados se produce también en otras culturas antiguas, si bien con diferentes alimentos. En la Grecia clásica, por ejemplo, se les arrojaba harina y dulces; en la India, granos de cebada; y en la Inglaterra del siglo XVIII, granos de trigo.
El caso es que esta tradición ancestral ha continuado hasta hoy en día, en ocasiones sustituida por pétalos de flores, pero con un significado que permanece inalterado: un deseo de prosperidad y de fertilidad para la nueva pareja.
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