La anémona es una planta universal. Su nombre procede de la antigua Grecia: anemos significa viento. Cuenta con un gran número de variedades y florece en todas las zonas templadas de la Tierra con más de 60 especies: hay anémonas que forman tubérculos, otras presentan solamente engrosamientos tuberculiformes en las raíces y, por último, unas terceras tienen el sistema normal de raíces propio de las plantas vivaces. Se pueden encasillar en tres grandes e importantes grupos: de flor de primavera, de flor de otoño y las especies mediterráneas, que florecen en el invierno como plantas de interior y en verano al aire libre.
Anémonas primaverales
Sus especies son muy agradecidas y nada exigentes. Resisten perfectamente el invierno, gustándoles un sitio bien sombreado y florecen a menudo a principios de marzo. Con pocas excepciones, las anémonas de primavera son plantas tuberáceas.
Las principales especies son: la anémona de los Apeninos, que puede llegar a alcanzar los 30 cm de altura. Tiene tubérculos y flores en estrella, azul cielo -rara vez blancas- vellosas hacia fuera. Sus hojas asemejan las de una forma arbustácea; la anémona de monte griega, con hojas más anchas que la anterior. Sus flores aparecen ya a principios de marzo-abril y son azules, blancas o rosas. La Anemone nemorosa (Flor del Viernes Santo) tiene hojas verde oscuro y flores blancas con brillantes estambres amarillos. La variedad 'Robinsoniana', conocida también como planta de maceta, tiene hojas color lavanda, mientras la 'Royal Blue' presenta sus grandes flores en un azul reluciente.
Colocación y reproducción
Todas las especies se plantan en otoño, a 8 cm. de profundidad, en tierra porosa y rica en humus y en un lugar algo sombreado. Son de hoja perenne. Si hay heladas fuertes, habrá que cubrirla. La Anémona apenina se multiplica por división de los tubérculos, mientras que la blanda lo hace por semillas, que se siembran de septiembre a octubre, o bien partiendo los tubérculos.
Anémonas de otoño
Estas plantas, que proceden de las montañas de China y Japón, poseen un sistema de raíces normal. Se distinguen por sus espléndidas flores en colores pálidos. Las hojas de la anémona hoja de vid, Anemone Vitifolia, son de buen tamaño, sencillas, tienen de tres a cinco 'lóbulos'. Esta especie crece silvestre en las regiones bajas al sur del Himalaya. De flores blancas, puede alcanzar la planta de 50 cm. a 1 metro de altura. Pertenece a las otoñales tempranas (de agosto a octubre) y, como no resiste en invierno en Europa, se cruza mucho con otras especies. La Anemone Vitifolia es la primera de su especie que ha llegado a nosotros desde el Extremo Oriente. En cambio, la Anemone tormentosa tiene hojas ternarias con vello blanco en el envés y flores rosa. Florece de agosto a septiembre, desarrollando tras la flor bonitas frutillas con un vello plumoso. Alcanza 50 cm. de alto y está perfectamente adaptada a nuestro clima.
La anémona china de otoño, Anémona Hupehensis, recuerda a la Anemone tormentosa, pero su desarrollo es siempre más delicado. Recibe su nombre de la provincia china de Hupeh. Es resistente al invierno, pero es mejor cubrirlas si las heladas son fuertes. Sus plantas alcanzan de 50 a 90 cm de alto. Las hojas tienen escaso vello, sin pelusa blanca. Tiene flores rosas, agolpadas en racimos sueltos de cinco a diez ejemplares. Su floración es de agosto a fines de septiembre.
De las especies mencionadas han surgido muchas variedades de jardín. Como sus nombres, suelen ser realmente desconcertantes, se venden en general como 'Variedades japonesas' o 'Anémonas de otoño japonesas'.